La profesora Lorena nos recomienda
Aprender un idioma es un proceso que lleva tiempo y adaptación. Lo importante no es qué tan rápido ni cuán perfecto lo hagas, porque los resultados no se miden en hacer más, sino dar pasos cortos pero consistentes.
Sé amable contigo mismo; si cometes errores, no significa que no eres bueno en el idioma, por el contrario, cometer errores te permitirá afianzar mejor tus conocimientos.
Entre más aprendas de tus errores en un idioma, vas a progresar mucho más rápido que si evitas equivocarte.
Una técnica para calmar tu ansiedad por avanzar y alcanzar tu meta en corto tiempo es buscar siempre el motivo por el cual lo estás haciendo. Si por alguna razón necesitas hacerlo en un menor tiempo, por cuestión de plazos, revalúa las herramientas que estás utilizando y enfócate en aquellas que te ayudan a avanzar más eficazmente. Por ejemplo, a mi me ayuda mucho escuchar podcasts en el idioma que estudio, ya que me permite conocer el adecuado uso de las expresiones, vocabulario y gramática que he visto hasta el momento. Finalmente, no solo estoy mejorando mi capacidad auditiva sino también una efectiva comunicación oral.
Revalúa las herramientas que estás utilizando y enfócate en aquellas que te ayudan a avanzar más eficazmente.
Intenta diferentes métodos y quédate con los que mejor te funcionen.
Siempre recuerda, los idiomas no son matemáticas, son procesos que llevan su tiempo perfeccionar, al igual que lo hiciste con tu lengua natal.